Aprender a leer y continuar con este gran hábito es una de las piedras angulares para la adquisición de mucho conocimiento y una herramienta para aprender a expresarnos mejor. De ahí lo vital de inculcar la lectura en los niños, desde temprana edad, para que sean adultos y profesionales exitosos.
En Brilla Valledupar, para tener claro cómo debe ser el proceso de aprendizaje y manejo de este hábito, nos asesoramos con la psicóloga barranquillera Katia Reales Paz, quien respondió varias de nuestras preguntas y nos dejó claro la importancia de la lectura en los niños.
¿Qué tan importante es fomentar la lectura en los niños?
Es importancia fomentar el amor y hábito de la lectura en los niños, ya que trae excelentes beneficios en el futuro, y al hacerlo desde pequeños ayudas a que se familiaricen con el lenguaje de manera más rápida. La lectura no solo estimula el lenguaje, también desarrolla la concentración, la memoria, la imaginación, la agilidad mental, y además contribuye a que los niños expresen con mayor exactitud lo que piensan y sienten.
¿Desde qué edad se debe incentivar la lectura en los chicos?
Desde muy pequeños se les debe incentivar la lectura, pero para ello es primordial que observen en sus padres o en los adultos con quienes viven el hábito de leer.
“Recomiendo leer todos los días, puede ser en las noches (excelente hábito antes de acostarse)”, así sea una o varias páginas de su cuento favorito. Es una rutina que se puede comenzar, aunque el niño aún no sepa leer, los adultos deben leerle, porque así vamos despertando su curiosidad por la lectura.
También hay libros especializados para bebés, llamados libros sensoriales, que promueven el aprendizaje y el desarrollo de habilidades y destrezas en los pequeños.
Por último, sugiero visitar bibliotecas con los niños, enseñarles que estos sitios también son muy divertidos e interesantes.
¿Qué cantidad de libros debe leer el niño en un año?
No hay que hablar de una cantidad exacta, hay que tener en cuenta la era en que están creciendo nuestros niños, lo que les interesa, que experimenten placer, compromiso (no obligación) y disfrute. Para todo esto sería interesante que volviéramos a hacer uso de las bibliotecas, fomentar el amor y respeto por estos espacios que están desapareciendo debido a la tecnología.
Si al menor no le gusta la lectura, ¿qué se debe hacer?
Si al menor no le gusta leer es porque nos equivocamos en la iniciación de este proceso, fallamos en la faceta lúdica y se convirtió la actividad placentera en un miedo a ello. Quizá el pretender que los niños lean por cantidad es uno de los errores más comunes que se comenten.
El amor por la lectura es contagioso, en unas edades más que en otras, si los niños ven a sus padres o familiares cercanos leyendo, pronto querrán imitar ese comportamiento, o se mantiene por el hábito constante.
¡Los niños necesitan potenciar su creatividad!
Te contamos aquí cómo lograrlo.
Brilla Gases del Caribe te recuerda que cuando se inicia el proceso de lecto-escritura es aconsejable que los padres se apoyen en los docentes para llevar una misma dirección y no cometer errores que a futuro puedan llevar a los niños a sufrir de dislexia, o disgrafía, entre otros trastornos del aprendizaje.
Los niños merecen lo mejor tanto material e intelectualmente, está en manos de los padres y adultos en criar personas inteligentes, capaces y útiles para esta sociedad.
La importancia de descubrir la lectura desde la infancia
Los libros son un pilar fundamental en el desarrollo cognitivo y emocional de los más pequeños. Embarcarse en la lectura desde la infancia no solo proporciona deleite y placer, sino que aporta una magnífica herencia cultural, científica y literaria. Es un transporte de lo más efectivo, que nos acerca a nuevos e interesantes mundos.
La lectura es un maravilloso proceso interactivo en el que se establece una importante relación entre el texto y el lector que contribuye al desarrollo de las áreas cognitivas del cerebro y el desarrollo emocional. La importancia de adquirir este hábito desde edades tempranas se basa en sus beneficios a la hora de estudiar, adquirir conocimientos y la posibilidad de que los niños/as experimenten sensaciones y sentimientos con los que disfruten, maduren y aprenden, ríen y sueñen.
El problema es que hoy en día la digitalización ha influido en muchas ocasiones de forma negativa en la lectura, no solo para los niños. A menudo es frecuente ver a los niños entretenerse con tablets o smartphones desde una edad muy temprana, antes incluso de que aprendan a leer o a escribir. Independientemente de la conveniencia o no de este hábito, es importante aprovechar esta etapa en la que están ávidos de recibir información para despertarles esa curiosidad innata mediante la lectura de un libro. Por ejemplo, leyéndolo para ellos.
La lectura en el desarrollo de los niños: Principales beneficios
Entonces, ¿cuáles son los beneficios de la lectura desde la infancia?
El primero, y más evidente, es favorecer que los niños sean buenos lectores en el futuro.
En todas las edades la lectura es un vehículo de comunicación que implica una serie de ventajas en el desarrollo del menor, incluso antes de que aprendan a hablar, la lectura se puede presentar mediante dibujos e ilustraciones.
La lectura ayuda a expandir la capacidad de atención de los niños/as y a mejorar su capacidad de pensar con claridad, ya que las historias y su estructura de “principio, nudo y desenlace” ayudan a sus cerebros a pensar en orden y a vincular causas, efectos y significados.
Asimismo, disfrutar de un libro desde pequeños favorece el aprendizaje de palabras – complejas y no complejas- con mayor rapidez, mejora su comprensión, la ortografía, la expresión, la redacción, ejercitan su cerebro y estimulan enormemente su creatividad e imaginación. Esto les permite leer en voz alta con mayor seguridad y tener un excelente desempeño escolar.
Igualmente, si un niño/a se adentra en las aventuras que un libro le proporciona, aumenta, sin duda, los niveles de atención, de memoria y concentración, adquiriendo la capacidad de escuchar y entender lo que se les dice con mayor eficacia.
Además, es evidente que la lectura permite dejar volar la imaginación, transportar al pequeño a nuevos mundos, escalando evolutivamente en la capacidad creativa, haciéndolo, al mismo tiempo, más consciente de sus propias emociones y mejorando la empatía hacia los demás.
Cuando los peques leen bien, incrementan su aprendizaje activo y surge un potencial bastante grande en el futuro de su desarrollo, consiguiendo que se fomente su autonomía y su implicación en su propio proceso de aprendizaje.
La lectura incentiva en ellos/as el interés por diferentes áreas, como naturaleza, historia o arte, ayudándoles a descubrir su vocación en una edad temprana.
¿Cómo podemos actuar los padres, tutores, monitores y educandos para fomentar la lectura en la etapa infantil?
En muchas ocasiones, tanto niños/as como adolescentes suelen asociar la lectura con el trabajo, generando fuertes deficiencias lectoras y en el dominio de la lengua. Está en nuestras manos la importante labor de enseñarles su vital importancia y de que conozcan sus ventajas.
A pesar de que antiguamente eran las escuelas las encargadas de fomentar la lectura en la etapa infantil, hoy en día este rol involucra a más agentes del entorno del niño para incrementar los efectos de esta gran labor.
Consejos para fomentar la lectura en los niños
Antes de que lo mande la escuela como obligación, trata de que el contacto con el libro sea algo más natural.
Predicando con el ejemplo: Los niños aprenden por imitación y viendo a los adultos leyendo puede alimentar su curiosidad.
Incluir en sus regalos de navidad o cumpleaños al menos un libro.
Establecer un momento para compartir una lectura con ellos/as. Basta con leer unos 15 minutos al día.
Crea un ambiente propicio. Es recomendable adaptar un rinconcito especialmente destinado a la lectura, por ejemplo, en el sofá junto a una lamparita, sobre una manta o incluso algo que ellos mismos elijan.
Presentar la lectura como una acción divertida y no por obligación.
Trata de que el niño y la niña participe en la lectura para animarles a prestar atención: hazle preguntas sobre qué le parece cierta parte de la historia o sobre cómo podría haber terminado. Es importante que nos den su opinión respecto a las cuestiones más complejas que involucran a los personajes de las historias, de sus decisiones y sobre cómo deberían actuar en función de propios los valores que le inculcamos en casa.
Descubre con ellos/ellas el tipo de libros que más les atraen. Es conveniente que, conforme vayan creciendo y avanzando en la lectura, vayan experimentando los diferentes géneros literarios para que tengan una mejor perspectiva de lo que les gusta leer.
Por otra parte, si el pequeño ha comprendido correctamente la lectura podemos recompensarle proponiéndole juegos tras la lectura o hacer que dibuje lo que ha asimilado de la historia.
Abril, mes del libro
Abril es el mes del libro.
El Día Internacional del Libro Infantil se celebra cada año desde 1967 los primeros días de abril, el 2 para ser más exactos, con el objetivo de generar hábitos de lectura en niños/as y adolescentes. En esta fecha nació el escritor danés Hans Christian Andersen. Reconocido fundamentalmente por sus cuentos para niños, son creaciones suyas relatos como El Soldadito de plomo, El Patito Feo, La Sirenita, Pulgarcita o El Sastrecillo valiente.
A finales del abril, continuamos con esta hermosa celebración con el Día Internacional del Libro, que se remonta al 23 de abril de 1616, día en el que fallecieron destacados autores literarios como Cervantes, Shakespeare y Garcilaso de la Vega, personajes que sin duda nos dejaron una magnífica herencia cultural en la literatura a nivel internacional.
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